MADRID, 10 (SERVIMEDIA)

El Consejo de Ministros aprobó este martes la declaración del Dolmen de Guadalperal, sito en el embalse de Valdecañas, en el término municipal de El Gordo (Cáceres), como Bien de Interés Cultural (BIC), el grado máximo de protección que establece la Ley de Patrimonio Histórico Español.

El expediente de declaración, iniciado por la Dirección General de Patrimonio Cultural y Bellas Artes e incoado el 22 de diciembre de 2020, establece que el Dolmen de Guadalperal y su contexto arqueológico forman parte de “un bien integrante del patrimonio histórico español, de interés histórico, arqueológico y arquitectónico (…), valores culturales suficientes para su declaración como BIC”.

El dolmen y su contexto arqueológico, que constituyen uno de los ejemplos más destacados de megalitismo de la cuenca media del río Tajo, fue excavado y estudiado por Hugo Obermaier (1877-1946) entre 1927 y 1930, una de las figuras más importantes de la investigación geológica y arqueológica de su tiempo.

El conjunto está ubicado en terrenos de titularidad estatal, adscritos a la Confederación Hidrográfica del Tajo, dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.

La situación del dolmen determina que esté sumergido de manera casi permanente, aflorando sólo en periodos de sequía prolongada o con motivo de los desembalses acordados entre España y Portugal para la regulación del caudal del río Tajo.

La sequía de 2019 provocó una bajada del nivel del agua en agosto que dejó al descubierto el monumento megalítico. A partir de ese momento, el Ministerio de Cultura y Deporte comenzó distintas actuaciones para proteger legalmente el yacimiento, aumentar su conocimiento y tomar las medidas adecuadas para su correcta conservación.

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En ese sentido, se constituyó el Grupo de Trabajo del Dolmen de Guadalperal, formado por la Junta de Extremadura y los ministerios de Cultura y Deporte y de Transición Ecológica, que ha permitido la investigación y el trabajo sobre los elementos del patrimonio sumergido del embalse extremeño.

El verano del año se recuperaron bienes localizados en diferentes puntos del embalse, como una inscripción de época romana, hitos con grabados de época prehistórica y unas esculturas de verracos geminados, una de las pocas de esta tipología halladas en la península ibérica, que fueron trasladadas al Instituto del Patrimonio Cultural de España (IPCE), donde se trata para su futura conservación en el Museo de Cáceres.

El dolmen es un sepulcro de corredor con una cámara funeraria de cinco metros de diámetro y un largo corredor de casi diez metros de largo y 1,50 metros de ancho. La estructura ofrece una triple línea de ortostatos dispuestos de forma concéntrica en torno a la cámara, además de algún ortostato de significado simbólico.

Los materiales arqueológicos hallados en el dolmen y en su entorno señalan la existencia de un hábitat en las inmediaciones del bien. Se trata de industria lítica en sílex y cuarcita de carácter microlítico y de fragmentos de cerámica decorada de cocción reductora con abundantes desgrasantes y un conjunto de vasos campaniformes de tipo Ciempozuelos. Estos hallazgos sugieren dos fases distintas para el yacimiento, una primera más antigua y otra campaniforme, entre el IV y III milenios a.n.e. (antes de nuestra era).