MADRID, 09 (SERVIMEDIA)
Un escaparate de objetos comisariados y de producción nacional da la bienvenida a un nuevo espacio cultural que está revolucionando Gran Vía desde hace una semana. Museo Gran Vía 15 ha nacido con el espíritu de «aportar algo de slowlife a una de las calles más efervescentes y transitadas de Madrid, un espacio para pararse a disfrutar, además, de arte contemporáneo», en palabras de Nacho Blumen, su brand manager y director creativo.
Un oasis de transformación cultural donde los visitantes podrán zambullirse en instalaciones únicas en Europa, como la que ha dado el pistoletazo de salida a este nuevo concepto de museo: ‘Walking Life’, de Okuda San Miguel, con una veintena de obras que ponen de manifiesto el talento de uno de los artistas contemporáneos más reconocidos de los últimos tiempos en España.
Pero la singularidad de este proyecto, entre otras, es que aúna esta propuesta artística con un showroom en el que se podrán adquirir una selección de objetos, vinculados a la moda, decoración o gastronomía con la que los impulsores de este museo buscan trascender lo meramente estético y aportar al proyecto artesanía, calidad e identidad local. Desde aceites o latas de conservas gourmet, hasta una colaboración de ropa casual con Loreak Mendian, pasando por jarrones, libretas o incluso vino, ya que también se podrá encontrar Kolor, un Mencía que surgió del diálogo precisamente entre Okuda, protagonista de la actual muestra en el museo y el reconocido enólogo Raúl Pérez. El museo, además, estrena este fin de semana su preventa online en su web ‘https://museogranvia15.com/’.
«Ofrecemos una experiencia atractiva y de consumo accesible para todos los públicos, con el objetivo de enriquecer a las personas, aumentar su creatividad y ampliar la oferta cultural de Madrid», subraya Blumen, brand manager y director creativo de Museo Gran Vía 15.
Una experiencia para los visitantes que se complementa con el legado histórico que impregna este museo, ya que ha conservado gran parte de la estructura, suelos y mármol de la antigua sede de la Joyería Aldao, que ocupaba antiguamente este edificio situado en el número 15. De hecho, el Museo Gran Vía 15 pone a disposición de los visitantes dos estancias que antes no eran accesibles al público: el despacho familiar y la antigua cámara en la que se guardaban las joyas más valiosas.